viernes, 21 de septiembre de 2012

63.


Sólo han pasado once días desde que ya no estás y no puedo parar de echarte de menos, sigues en todas lados.
En esa estación de tren que para mí siempre llevará tú nombre, en aquella cafetería que nos vio haciendo perrerías, reflejada en esos charcos, donde te gustaba mirarte el pelo y en mi cama, donde compartimos tantísimas noches.
A ser sinceros, eso es lo que peor llevo, despertar a las tres de la mañana por culpa de este calor insufrible, girar el cuello y no verte. No, no me acostumbro a ese escalofrío que me recorre y golpea con fuerza mi pecho.

Te lo has llevado todo Alba, me has dejado desnudo y sin alma , esperando tus besos , tus buenos días y tu tan peculiar forma de hacerme feliz.


jueves, 13 de septiembre de 2012

Amanece

Hace tiempo que se marchó agosto y ya en septiembre no hay más remedio que aceptar que el verano se fue.
Me cuesta admitirlo, no quiero decirle adiós a este calor poco menos que insufrible, a esos días en la playa de tranquilidad interrumpida, a esa caótica sensación de perder la noción del día en el que vivo y por encima de esto a tener todo el tiempo del mundo para pasarlo con vosotros.
Aunque se me haga duro despedirme de estos meses, por lo menos puedo decir que me llevo mucho de este verano. Y es que por fin he perdido esa fobia incontrolada a los cambios, esa manía perjudicial de dar importancia de más a las cosas y esa sensación fatídica para mi salud de no creer conocerme.
Amanece ahora una nueva etapa, que lleva como bandera la idea de que incluso el caos más terrible puede llegar a ser perfectamente dulce.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Siempre he querido escribir algo con el nombre "amanece". Es una obsesión que me recuerda a la que Becquer sentía cuando escribió "ojos verdes". La diferencia es que él lo tenía claro, quería hablar de la mirada más letal que nadie le podía haber lanzado, sin embargo yo sólo sé que hace ya un par de horas que salio el sol.