miércoles, 28 de noviembre de 2012

Eres mi Marina vestida de rojo.


No te sorprendas si un día descubres toda una obra acerca de ti, siempre he querido plasmarte en la más íntima literatura, eres idónea para ello. Será porque reúnes esos grandes ideales que tanto atraen a los poetas, será porque tienes esa sonrisa capaz de encender las penumbras de los días grises.

Creo que no hay mejor momento para empezar tu historia que en una noche de verano, esas que antes pasamos juntos, aprendiendo a conducir como pilotos sin experiencia. Malgastaré madrugadas que terminan en amaneceres tempranos para escribir y describir tus ojos oceánicos, cada peca que te recorre y esa manera férrea e inquebrantable que tienes de defender la risa como una única arma valida, en este mundo de locos.

 Sin duda me sedujiste al demostrar que jamas te rindes, que por mucho que el viento te este en contra o llueva, tú eres ese pájaro azul que puede volar por encima de cualquier nube. Y yo no necesito más que eso para declararme a gritos ante el mundo como tu mayor fanático, como tu primer incondicional.

4 comentarios: