viernes, 13 de diciembre de 2013

Dejemos atrás lo insignificante

En tus piernas comienza mi música, me hipnotizo en ellas y solo escucho los acordes que las acompañan. Me envenenan, pero no por eso voy a dejar de mirarlas. Las tengo memorizadas, palmo a palmo, mis labios las han recorrido de arriba a abajo intentando configurar un mapa.

Me hacen estremecer cuando consigo hacerlas temblar, me agitan la respiración hasta secarme la garganta. Mis dedos entonces no se están quietos, van detrás de tus rodillas y te cogen con fuerza. 

Jodidas locuras en las que me pierdo, en las que me busco, en las que me encuentras. 

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